MONTALVO

PACTO PARA EL FUTURO

AL SUR CON MONTALVO

Querida Ana Karen, este fin de semana Amanda pasó el fin de semana en  un espléndido rancho de Tzimol sumergida en el río y bajo sus cascadas. Yo me quedé a recibir la grata visita de Lucía de con quien conversamos sobre el Pacto del Futuro» durante la «Cumbre del Futuro» en el marco de la Asamblea General de la ONU con 200 países convocados donde 193 Naciones adoptaron el Acuerdo de 56 acciones con excepción de Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte, Bielorrusia y…

—Qué opinas sobre este pacto, Lucy; tú que has estado cerca de la ONU; así me parece tan utópico como los compromisos de Claudia Sheinbaum, pero ¿cuál es tu opinión, Lucy?

—Pensar en los desafíos del Siglo XXI es un reto porque considera la paz, tema soñador. El derecho internacional y la arquitectura financiera, aquí el tema es quién lo diseña y qué lo controla. El cambio climático que no parece interesarle a la población mundial más que a los organismo ambientalistas  y el mayor de los retos será la inteligencia artificial, un arma poderosa de muchos filos. Pero, al final, se logró el consenso y la aprobación de la Agenda Digital Global y la Declaración para las Generaciones Futuras.

—A mí, Lucy, me llama la atención la declaración del presidente brasileño, Lula da Silva, quien recordó que el mundo tiene «dos grandes responsabilidades»: «no retroceder nunca» en la promoción de la igualdad de género ni en la lucha contra el racismo y la discriminación ni «volver a convivir con las amenazas nucleares». «Naturalizar el hambre de 733 millones de personas sería vergonzoso», afirmó antes de recordar que la crisis de gobernanza mundial requiere «transformaciones estructurales».

—Y ya ves lo que dijo el presidente de Guatemala Bernardo Arévalo, quien calificó al Pacto como una «hoja de ruta clara». Y agregó: «Sabemos qué debemos hacer ahora. Necesitamos movilizar los medios de implementación de manera sostenida para convertir nuestras palabras acciones».

—La duda que me salta, Lucy es por qué fueron suprimidos los acuerdos sobre los combustibles fósiles y por qué este Pacto no será vinculatorio para las naciones a fin de comprometerlas a traducirlos en objetivos y políticas nacionales concretos.

—Tienes razón, por eso muchos lo calificaron de decepcionante, templado; pero no revolucionario. Lo que se hizo este pasado 22 de septiembre es un paso importante, pero difícil de concretar acciones de alto impacto.

—Y como señala el segundo punto, si no enderezamos el rumbo, corremos el riesgo de estar abocados a un futuro disfuncional en el que las crisis sean constantes., Lucy.

—De las 56 acciones, ¿cuáles consideras más importantes?, me pregunta Lucy.

—En mi opinión muchos de lo propuesto me suena puro rollo, quimeras y «buenas intenciones; pero el referente serán los avances que se logren dentro de 6 año con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible1 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aceleraremos con urgencia los progresos hacia la creación de oportunidades para la juventud y por supuesto, el cambio climático conforme al Acuerdo de París. Pero, hay otros puntos que vale la pena considerar.

—Por supuesto, -dice sarcásticamente Lucy, la paz, la erradicación de la pobreza, los derechos humanos y otros rollos más que me parecen puro bla, bla, bla.

—Pues a mí me interesa saber cómo harán realidad  compromiso con la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, sobre la igualdad de género, la participación de las mujeres y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en todos los ámbitos y con la eliminación de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres y las niñas. —Te percibo escéptica, Lucy.

—¡Y cómo no!, plantean carta a Santa Claus hablando de combatir el hambre, garantizar la alimentación; reducir el déficit de financiación en los países en desarrollo, pero no se dice cómo lograrlo. Mencionan combatir los flujos financieros ilícitos, la corrupción, el blanqueo de dinero y la evasión de impuestos, eliminar los paraísos fiscales y recuperar y devolver los activos procedentes de actividades ilícitas. Lo piensan mientras el Poder del Sistema Económico, se muere de risa ya operan las ocurrencias de la “Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social”, que se celebrará en 2025.

—Comparto  contigo la idea, no somos pesimistas, solamente escépticos. Lo mismo veo con sus propósitos en educación, vivienda, energías accesibles; el trabajo para migrantes, aumentar la resiliencia frente a la sequía y las sociedad inclusivas; instituciones transparentes, seguramente como las de México.  Hablan en abstracto de la cultura y la educación sin concretar acciones. Son documentos de buenas intenciones, pero de esas está pavimentada la vida, Lucy.

—Cuando hablan de la paz y la seguridad internacional, me los imagino con la varita mágica de Merlín desapareciendo misiles, armamento, bombas al tiempo de crear una economía nueva, no basada en la guerra; y me parece que sueño con el país de las maravillas.

—Entre todos, Lucy, el tema más trascendente es el de la ciencia y la tecnología como herramienta potente para el desarrollo como para la guerra, el control de la economía y de la humanidad. Con más peligro que cualquier bomba atómica. Por eso la ONU pone énfasis en Regir las Actividades de los Estados en la Exploración y Utilización del Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y Otros Cuerpos Celestes; y en su famoso Pacto Digital Mundial; pero de manera particular, para mí el mayor riesgo es la Inteligencia Artificial; la robotización de los procesos industriales, comerciales, culturales y educativos. Los jóvenes actuales, ya no hacen tareas, recurren a las plataformas de Inteligencia Artificial y a Google y ahí, resuelven todo sin pensar ni reflexionar. Una sociedad robotizada no es una sociedad humana, Lucy.

—Es muy cierto y si consideras que la actual generación infantil y juvenil es la más numerosa de la historia, y en su mayoría vive en países en desarrollo. La infancia y la juventud, en verdad, ¿serán agentes de cambio o víctimas de los cambios? Yo veo a un ejército de jóvenes entrenada y adiestrado s en el manejo de la Inteligencia Artificial para cualquier misión, menos para el bienestar de los pueblos.

—Mira, Lucy; aunque el Pacto para el Futuro,  la Declaración sobre las Generaciones Futuras y el Pacto Digital Global digan misa, la realidad nos muestra una tremenda alienación de las mentes juveniles quienes a través de los juegos digitales, han sido preparados para todo lo que viene; ellos o quizá, los propios robots, serán quienes guíen el destino del mundo controlados por esa Suprema Mafia del Poder desde el Foro Económico Internacional y su instrumento, el Fondo Monetario Internacional quien alienta o inhibe las políticas gubernamentales de las Naciones.

—A final de cuentas, me parecen más realistas los planes de desarrollo municipal o las cartas a Santa Claus, que este Pacto para el Futuro; y mira que eso es decir bastante.

—El futuro inmediato ya nos alcanzó; el futuro de mediano plazo, no creo verlo; y el futuro remoto dentro de 100 o 200 años, de no haberse acabado la vida humana, estarán viviendo en la esfera de la teoría cuántica, la teletransportación y la perfecta clonación humana; más todo aquello que la mente detone, Lucy.

—Como sea, este es el mundo que hablamos y en el cual, nos tocó vivir; hagamos. Nuestra tarea en casa y en nuestra sociedad, al menos tratando de alcanzar mejores condiciones de bienestar como una cuestión de amor.

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