
La Corona de Rey Perdido
La disputa interna dentro de la dependencia de COAPATAP es inminente. César Antonio García Jiménez, director general del Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula, está cayendo en la soberbia y el egocentrismo, negándose a atender el conflicto del incremento del costo del agua potable en las colonias de la ciudad.
De pasar de vender lentes a ser director de COAPATAP hay una gran brecha; no es cuestión de discriminar, sino de señalar que este funcionario no comprende ni entiende la magnitud de los problemas que enfrentan las tuberías de agua potable en las colonias de Tapachula.
César Antonio simplemente no puede con el cargo. Su inexperiencia y la falta de capacidad administrativa lo están llevando a no poder gestionar ni su propio negocio, mucho menos esta dependencia que parece ser utilizada como una caja chica para saquear dinero público.
En la colonia 11 de Septiembre, la situación del agua es caótica. El agua llega cuando quiere, pero el recibo siempre es puntual. El «rey César», acomodado en su trono, parece indiferente a la problemática y no hace nada para solucionarlo.
Este no es un caso aislado, ya que en la colonia Emiliano Zapata, los habitantes enfrentan una situación aún más grave: el agua del drenaje flota dentro de las casas debido al colapso de las tuberías. Los pobladores han intentado contactar con COAPATAP, pero cada vez que llaman se les promete que enviarán una cuadrilla, aunque nunca llega. La razón es que no tienen ni equipo ni gasolina para atender este tipo de problemas.
Mientras tanto, la corona de «rey César» sigue siendo un símbolo vacío de poder. Como un ratón que se esconde en su trono, se muestra incapaz de solucionar las problemáticas que deberían ser su prioridad. Por su ineficiencia y falta de acción, debería ser destituido de su puesto.