Los ríos de la región Costa de Chiapas a punto de secarse.
La administración de Morena en Chiapas está dejando una huella imborrable, pero lamentablemente no es una huella positiva. En los últimos años, las autoridades municipales parecen haber adoptado una política que privilegia la construcción de obras de concreto hidráulico sobre la preservación del medio ambiente. Mientras los ríos de la región Costa se encuentran al borde de la extinción, el foco parece estar puesto en proyectos de infraestructura, con pocos o nulos esfuerzos para restaurar los ecosistemas que estos mismos proyectos están afectando.
Uno de los problemas más graves que se está viviendo en la región es la falta de atención a los recursos naturales. Los ríos, que alguna vez fueron vitales para la vida local, hoy agonizan por la escasez de agua. Las autoridades municipales, en particular el ayuntamiento de Tapachula, parecen desconocer la magnitud del problema o, en su defecto, optan por ignorarlo. Mientras tanto, continúan su camino, invirtiendo en obras de concreto sin tomar en cuenta el impacto ambiental que estas generan.
Un tema que ha sido especialmente olvidado es la reforestación y la preservación de los árboles. En lugar de fomentar la plantación de árboles maderables y frutales que ayudarían a mitigar los efectos del cambio climático y a recuperar los recursos hídricos, se sigue construyendo asfalto y concreto. La contradicción es alarmante: se siguen llenando las calles de cemento mientras las raíces de la naturaleza se ven arrancadas para dar paso a una «modernización» que solo busca el lucro a corto plazo.
¿Hasta cuándo continuaremos viendo cómo los ríos de nuestra región se secan? ¿Cuántas cuadras más de concreto tendrán que construirse antes de que alguien se dé cuenta de que el daño es irreversible? Es urgente que se establezca una política más responsable y sostenible, que equilibre las necesidades de infraestructura con el cuidado de nuestros recursos naturales. La naturaleza no puede esperar más, y mucho menos los ríos que sustentan la vida de tantas personas y ecosistemas.
Es momento de que los responsables de la gestión pública en Chiapas actúen con mayor conciencia y dejen de lado la simple fotografía en eventos públicos. Los ríos y los árboles necesitan acciones concretas, no promesas vacías.
