
Caos y corrupción hunden el centro de Tapachula: denuncian complicidad oficial en cobros a ambulantes
- - El contralor interno José Alfredo: ni canta, ni verifica
Por M. de R.
Tapachula, Chiapas; 22 de abril de 2025. El centro de Tapachula vive una crisis de desorden urbano y presunta corrupción que involucra directamente a funcionarios municipales, incluyendo al alcalde Yamil Melgar y su operador político Paul Muñoz, según denuncias ciudadanas y de comerciantes establecidos.
Durante la reciente temporada de Semana Santa, se estima que la recaudación por cobros a vendedores ambulantes superó los tres millones de pesos, sin que existan registros claros o transparentes del manejo de estos recursos. Pese a que por ley cada administración debe emitir nuevas boletas oficiales y levantar actas de inicio, en la subagencia municipal de Playa Linda aún se utilizan recibos del periodo 2021-2024.
El contralor interno del Ayuntamiento, José Alfredo, ha sido señalado por su inacción, al no verificar ni auditar estas prácticas. Comerciantes formales critican que el funcionario “ni canta, ni verifica”, dejando pasar irregularidades graves.
Descontrol en el primer cuadro de la ciudad
El caos se refleja a diario en el primer cuadro de Tapachula. Este martes, comerciantes establecidos y vendedores ambulantes se enfrentaron por la disputa de un cajón de estacionamiento, en un ambiente marcado por tensiones constantes. Los primeros acusan a los segundos de operar bajo la protección de funcionarios de Servicios Públicos Municipales, mientras los ambulantes aseguran que pagan cuotas directas al Ayuntamiento para poder vender en la vía pública.
Las cuotas por espacios, según testimonios, alcanzan hasta tres mil pesos por locales improvisados, lo que representa una recaudación estimada de seis millones de pesos diarios, de acuerdo con cálculos no oficiales. Recursos que, denuncian, podrían destinarse a servicios públicos, pero no se reflejan en mejoras tangibles para la ciudad.
Mientras tanto, el alcalde Yamil Melgar se ausentó del municipio durante Semana Santa, dejando el control operativo en manos de su círculo cercano. Testimonios señalan que funcionarios del grupo político de Tapachula y Tuxtla, son los que realmente manejan los hilos del poder.
El panorama ha generado un creciente malestar social. “Tapachula huele mal, y no sólo por la basura: huele a corrupción”, reclaman ciudadanos. Diversos sectores exigen que el gobernador del estado, Rutilio Escandón, intervenga ante lo que consideran una administración negligente y permisiva.

