OPINIÓN

Mucho más allá de la corrupción

La lucha por el control del poder Judicial

Por: J. Eduardo Pineda Arenas

Introducción
La célebre frase de Andrés Manuel López Obrador, «no me vengan con el cuento de que la ley es la ley», resuena como un eco de la desesperación de millones de mexicanos ante un sistema judicial que, en muchos casos, se ha convertido en un instrumento de poder en lugar de un baluarte de justicia. Sin embargo, más allá de la corrupción que puede existir, es fundamental entender que el verdadero desafío radica en la manipulación sistemática del sistema judicial, una manipulación que, en su mayoría, se da en el ámbito estatal y no federal.

La Corrupción: Un Problema de Sistema, No de Individuos
Si bien la corrupción es innegable y se manifiesta en algunas decisiones judiciales, los datos muestran que la mayoría de los jueces federales se comprometen realmente con la ley y los principios constitucionales. Investigaciones del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM indican que, aunque algunos jueces han sucumbido a las presiones del crimen organizado y de los poderosos, la mayoría actúa con valentía en pro de la justicia. Un análisis realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó que, en un promedio del 75% de los casos federalmente revisados, las decisiones reflejan una correcta aplicación de la justicia, en ocasiones desafiando intereses políticos.

Ejemplos de Compromiso Judicial
Casos como el del Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, que en 2018 falló a favor de la libertad de expresión al ordenar la reinstalación de un periodista despedido por difundir información sobre corrupción en el gobierno, demuestran que los jueces federales pueden y deben actuar de manera independiente y responsable. Otro ejemplo emblemático es la sentencia del Supremo Tribunal de Justicia de la Nación en el caso de la Minera «Los Filos», donde un fallo histórico protegió el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados sobre proyectos que afectan su territorio.

Estos casos reflejan la capacidad y disposición del Poder Judicial Federal para actuar conforme a derecho, a pesar de las presiones externas que muchos jueces enfrentan.

El Poder Ejecutivo: Manipulación y Control Sistemático
La verdadera raíz de la ausencia de justicia no reside exclusivamente en el Poder Judicial, sino en el control que el Poder Ejecutivo ejerce sobre las fiscalías y la forma en que los gobiernos estatales manipulan los procesos judiciales. Este es un problema estructural. Muchos fiscales, al estar bajo la sombra de los intereses políticos, arman expedientes deficientes, lo que lleva a la frecuente conclusión de «falta de elementos» en los juicios. Como señaló el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), este patrón no solo frustra la búsqueda de justicia, sino que también deslegitima el trabajo sincero de muchos jueces comprometidos.

Este fenómeno se observa claramente en casos emblemáticos, como el de la «Casa Blanca» de la primera dama, donde la falta de un proceso adecuado revela una manipulación deliberada y un encubrimiento de la verdad. La disfuncionalidad en la administración de justicia se convierte en un mecanismo de impunidad para los poderosos.

La Crítica Injusta al Poder Judicial Federal
Necesitamos afrontar y desmitificar la narrativa que equispa a todos los jueces en un mismo saco de corrupción. Los jueces federales tienen un mandato claro y un compromiso constitucional que deben honrar por encima de cualquier influencia externa. A pesar de los retos y las amenazas que enfrentan, muchos se esfuerzan por mantener la independencia del Poder Judicial. Son sus obligaciones constitucionales y no las presiones políticas lo que guía sus decisiones. Según un estudio de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el problema reside más en la manipulación y el desmantelamiento de aquellos elementos del sistema judicial que son necesarios para garantizar un proceso justo.

El Desafío de los Poderes Estatales
A nivel estatal, la corrupción se manifiesta de manera aún más alarmante, ya que muchos jueces dependen directamente de gobiernos locales. Esta dependencia crea un entorno propicio para la corrupción y el abuso de poder. En algunos estados, los jueces se ven obligados a actuar en favor de intereses políticos en lugar de justicia. De acuerdo con el mismo informe de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, las intenciones de manipulación son claras y bien documentadas.

La Necesidad de una Reforma Estructural
Es crucial reconocer que la solución a estos problemas no es la eliminación del Poder Judicial, sino la promoción de su fortalecimiento y protección. Necesitamos una reforma estructural que garantice la independencia de los jueces, que reforme las fiscalías y que exija rendición de cuentas a los actores en todos los niveles. La justicia debe ser un derecho fundamental que esté al alcance de todos, sin excepciones.

Conclusión
La justicia en México no es un tema que puede ser abordado con superficialidades o clichés. Es un asunto de vida o muerte para nuestra democracia. La defensa de la Constitución no puede estar sujeta a intereses políticos o económicos de unos pocos. Como ciudadanos, debemos exigir que la ley se aplique por igual y que un compromiso genuino con la justicia prevalezca sobre la corrupción y la manipulación.

En este crucial momento, es nuestra responsabilidad colectiva abogar por un sistema judicial que realmente funcione para todos, asegurando que los juristas comprometidos con la Constitución reciban el respaldo que necesitan para cumplir su deber. Solo así podremos recuperar la confianza en el Estado de derecho y garantizar un futuro más justo y equitativo para todos los mexicanos.

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