Tapachula, Chis. 28/03/2024 22.08oC

Candidatos sin partidos


COLUMNA HUESPED

Que tiempos aquellos, cuando en Chiapas les daban la instrucción a los aspirantes del partido en el que debían permanecer.

Y si las cosas no funcionaban, fácilmente los movían a los locales, en donde los mandaban a ganar o a perder, pero pasaban a ser parte de la estructura del pasado Gobierno Estatal.

Ahora, a la puerta de las elecciones del 2021, los que quieren ser candidatos andan sin partidos. Y con ello, se está haciendo una política muy diferente, a la que ya estábamos acostumbrados a ver en procesos pasados.

El negocio con los aspirantes

En el 2015 y 2018 fuimos testigos de la forma como se manejó de a gacho a los que pretendían buscar un cargo de elección popular.

Hace cinco años, un aspirante a la alcaldía me contó que se fue a Tuxtla Gutiérrez, a reportarse con los entonces altos mandos, y quienes le dijeron que debía de quedarse en un partido, que no tenía tanta fuerza.

Yo le hablaba de las desventajas de que permaneciera en ese pequeño instituto político, pero me resolvió: “Tajantemente, me dijeron que, si quiero ser presidente municipal, no me debo de mover de ahí”.

Y así lo hizo, hasta que empezaron a definir las candidaturas. Para su sorpresa, nombraron a otro como candidato de ese partido y no a él.

Lo mandaron a llamar a la capital del estado y le dieron la nueva orden que debía de irse a Mover a Chiapas.

- “Pero, jefe, si en donde yo estaba no levantaba, menos con este. No tiene nada en mi municipio”, le dijo a uno de los que fueron los operadores de la campaña del 2015 y que traía una fundación.

- “Tú vas a ir ahí. Son las órdenes. Te vamos a dar paga, te vamos a dar todo”, le sentenciaron.

Y aquel político obedeció las instrucciones. Aunque, como ya lo había anticipado, perdió y quedó en tercer lugar de las preferencias.

Nuevamente lo llamaron a Tuxtla Gutiérrez y en esta ocasión se presentó ante “el mandamás”, quien le dijo: “No te preocupes. Te vamos a dar una chamba”.

Ya no había espacio en la administración, pero le crearon una Delegación y lo metieron a la nómina estatal.

Así, comercializaron con los aspirantes en el 2015 y, sobre todo, en el 2018. Hace dos años, fueron vilmente utilizados: a los que perdieron, ya no les dieron nada, pero los que se fueron hicieron su negocio.

El objetivo de antes

La estrategia de hace dos años fue la misma que la de hace cinco años: dividir el voto.

Por eso, vimos a más candidatos que cargos de elección popular.

Mientras en el 2018 se tejían las alianzas a nivel nacional y para la gubernatura, la receta para las alcaldías fue que cada partido llevara su gallo.

Así, hubo hasta 12 aspirantes en algunos municipios, tomando en cuenta que se dio la aprobación de los independientes

Y todos decían que traían la línea del Gobierno. En parte no se equivocaron, porque la mayoría fueron designados por la intervención del Estado.

En tanto que algunos partidos iban en coalición para la Presidencia y unificaban esfuerzos en la elección de la gubernatura de Chiapas, a los candidatos a las alcaldías les dieron la orden de que debían de pelear el voto en sus municipios.

Así, tuvimos escenarios de que un aspirante se confrontaba con otro, a pesar de que desde arriba iban juntos.

Pero, maquiavélicamente los anteriores hombres en el poder en el Estado les dieron también la instrucción días antes de la elección del 2018, que cruzarían el voto. Es decir, que los que iban separados en la municipal, al final debían de decirle a su gente que tacharan en las boletas a favor del abanderado en alianza para la elección nacional y estatal.

Y, como también ya sabemos, eso sirvió para que el Verde traicionara al PRI, que era el principal objetivo en el proceso electoral pasado.

Hoy, a dos años de distancia, las cosas en Chiapas para el 2021 pintan diferente. Los actuales pretensos no tienen una línea oficial y se están moviendo por su propia cuenta y con sus propios recursos.

Por el momento son aspirantes a candidatos y sin partidos. Porque, ahora sí, deberán de demostrar realmente si traen el respaldo del pueblo.

Moraleja: El que quiera azul celeste... ¡Que le cueste!

Comentarios: ¡Se definen los grupos!

La disputa por la dirigencia nacional de Morena, cada vez desnuda el manoseo real de varios actores políticos.

Por un lado, está Mario Delgado, quien es alfil de Ricardo Monreal y el cual ha hecho equipo con Marcelo Ebrard. Otro frente estaría conformado por Porfirio Muñoz Ledo y la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Y el equipo más serio es el de la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, quien tiene todo el respaldo de AMLO.

Se definen los grupos. Grupos políticos, que no están dispuestos a ceder ni un centímetro y quienes definirían las candidaturas a Diputados Federales.

Por último: ¡Alianza de “Tutti Frutti”!

Muy descarada se volvió la conveniencia del entonces partido en el poder. Desde la capital del país, se habla que a donde le convenga, el PRI irá en coalición con el PAN o con el PRD o con Morena.

Le apuesta a una alianza de “Tutti Frutti”. De ir con todos. Y de prostituirse lo más que se pueda, para poder sobrevivir al 2021.

¡Nos leemos el lunes!

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28/09/2020