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La respuesta de López Obrador a empresarios estadounidenses petroleros

Tren Parlamentario / Vicente Bello

 

Ciudad de México; 29 de junio de 2020.- La Cámara de Diputados se preparaba desde ayer para la celebración del periodo extraordinario de sesiones, convocado para aprobar leyes que reforzarán las condiciones jurídicas del nuevo tratado comercial entre México, Canadá y Estados Unidos, y que entrará en vigor a partir del 1 de julio. Se celebrará el próximo lunes 29 y martes 30.  

El T-MEC seguía ayer siendo objeto de un agarrón histórico entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y las trasnacionales del petróleo y la electricidad. Un agarrón en el que el Congreso mexicano sólo ha asumido una mera condición de espectador.

En su conferencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue requerido para que expresara su posición sobre el reclamo airado que, contra él y su gobierno,  un grupo de empresarios poderosos del sector energético estadounidense hicieron ante el presidente Donald Trump.

Un grupo de empresarios gringos que actuaron como pandilleros viles, pretendiendo echar a pelear a Trump contra López Obrador, como si éste debiera estar subordinado al mandatario estadounidense.

Así de ese tamaño dejaron de vulnerable y entregado a México, los expresidentes de muy infeliz memoria Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, principalísimos promotores de la reforma energética, a cuyo entreguismo rayano en la traición a la Patria se atienen los extranjeros para atreverse ahora a reclamar al gobierno mexicano la pérdida de condiciones privilegiadas de sus negocios.

Esto respondió Andrés Manuel López Obrador a los empresarios estadounidenses que se quejan con Trump, y a Calderón y Peña, ayer, en su conferencia:

“Es muy válido el que existan estas inconformidades; en una sociedad democrática hay libertades para expresar las diferencias. Eso es lo que están haciendo algunas empresas que no están conformes con la nueva política del gobierno federal, en materia de petróleo y electricidad, lo que tiene que ver con el sector energético.

“No estamos violando ningún ordenamiento legal. Estamos poniendo orden, Sentimos que hubo excesos. Que hubo mucha corrupción en el sector energético. Es del dominio público que empresas extranjeras y nacionales hicieron jugosos negocios al amparo del poder público. Que hubo contubernio, complicidades. Es el caso de Odebrechet. Es el caso de la planta que se compró a precios elevadísimos de fertilizantes, y muchos otros.

“Entonces, estamos poniendo orden porque no vamos a permitir que sigan haciéndose estos negocios que permiten lucrar y que afectan el interés general, la hacienda pública, por esa corrupción que imperaba en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).  

“Se afectó mucho al pueblo de México porque toda esa corrupción se sostenía con el cobro de tarifas elevadas en energía eléctrica. En el aumento constante de los precios de combustibles, gasolinazos. El pueblo pagaba los platos rotos. Entonces, se está poniendo orden y lo vamos a seguir haciendo. Desde luego, respetando el marco legal, apegándonos a lo que establecen los acuerdos comerciales, lo que se acordó en el Tratado. Esto es importante decirlo para que no se mal interpreten las cosas.

“Cuando estaba de presidente electo (se refiere AMLO a sí mismo, de julio a noviembre de 2018) y habían comenzado las negociaciones, nos opusimos a que se estableciera en el Tratado un capítulo, que ya estaba aceptado por el gobierno anterior (el del entonces presidente Enrique Peña Nieto), para integrarnos por completo en materia energética.

“Eso llevó a que en nuestro carácter de observadores, en ese entonces en la negociación, nos retiráramos de la mesa. Y luego de un tiempo se aceptó –y es de las cosas que le tengo que reconocer, entre otras, al presidente Donald Trump- que se hiciera a un lado ese capítulo; que no se considerara ese capítulo, que era, por cierto, bastante extenso, y ya estaba acordado por el gobierno anterior, de México.

“Sólo quedaron dos párrafos. Y en esos dos párrafos lo que se establece –‘y lo pueden ustedes ver’, dice a los reporteros de la conferencia-, es de que México es un país independiente en el manejo de sus recursos energéticos. Y en particular, del petróleo.

Entonces, no quedó  ese compromiso en el Tratado.

“Para que nos entendamos. En el Tratado de Libre Comercio, aunque vamos a mantener siempre la cooperación en lo económico, en lo comercial,  no hay ningún compromiso de entregar el petróleo y los recursos energéticos a ninguna negociación o acuerdo de carácter internacional.

“Lo que creo está pasando –y, repito, es legal y es legítimo-, son defensas de intereses por mantener las mismas condiciones que consideramos muy favorable para las empresas y muy desfavorables para el pueblo de México, para la nación.

“Estamos abiertos al diálogo. Vamos a hablar con todas las empresas y nos vamos  a poner de acuerdo. Porque también es necesario, y hay que subrayarlo, el propósito era privatizar por competo el sector energético nacional.

“Es decir, acabar con la Comisión Federal de Electricidad y con Petróleos Mexicanos. Entonces la gente votó por un cambio. Nosotros planteamos que no íbamos a mantener la política de privatizaciones, y es lo que estamos haciendo. Y vamos a fortalecer a la CFE y Pemex, porque son dos empresas públicas importantísimas para el desarrollo económico de México. Esto es lo que está sucediendo.

“Desde luego es legal, legítima, la controversia, y vamos nosotros a defender lo que consideramos justo”.

La materia prima del periodo extraordinario para aprobar leyes sobre el T-MEC, son tres: Ley de la Infraestructura de la Calidad, Ley de Protección a la Innovación Industrial y Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación. También trabajará el Senado, por supuesto.

 

 

 

29/06/2020