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La hora de la justicia se acerca a los expresidentes

Tren Parlamentario / Vicente Bello

Ciudad de México; 16 de septiembre de 2020.- El 15 de septiembre de 2020 quedará inscrito como el día más largo para los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó al Senado una solicitud de consulta popular para preguntar a los mexicanos si los cinco ex mandatarios deberían ser sujetos de juicios penales por corrupción. Y luego de que el Senado lo recibió, el Pleno dispuso turnarla de inmediato  a la Suprema Corte para que resuelva si la consulta es legal o no.  

Discurso histórico el de López Obrador, cuando justificó la solicitud de marras. Dijo:

“Primero. Entre el primer de diciembre de 1988 y el 30 de noviembre de 2018, México vivió un periodo caracterizado por la concentración desmesurada de la riqueza. Quebrantos monumentales al erario. Privatización de los bienes públicos, corrupción generalizada, procesos electorales viciados y prácticas gubernamentales que desembocaron en un crecimiento descontrolado de la violencia la inseguridad pública, la violación masiva de derechos humanos, la impunidad como  norma y el quebrantamiento del Estado de derecho en extensas zonas del territorio nacional. Esa etapa trágica de la vida del país se denomina periodo neoliberal o neoporfirista.

“Segundo. Los males señalados en el párrafo anterior no ocurrieron de manera fortuita, sino fueron consecuencia de la aplicación durante cinco sexenios de un modelo político y económica-elitista, antidemocrático, antinacional y antipopular.

“Tercero. El neoliberalismo gobernante se tradujo en la pérdida de centenares de miles de vidas.  En decenas de miles de desapariciones, la conculcación de derechos políticos y sociales, en el crecimiento de la pobreza,  la desigualdad, la marginación, la informalidad y la descomposición social en el deterioro sostenido de los sistemas públicos de salud y educación. En la desprotección de millones de jóvenes y adultos mayores. En el acoso depredador en contra de las comunidades indígenas. En un pronunciado deterioro de las instituciones, en la pérdida de soberanía, y en la devastación de las industrias petrolera y eléctrica, entre otras consecuencias graves.

“Cuarto. La desigualdad en México se profundizó. Fue en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari cuando crecieron más en nuestro país las diferencias económicas y sociales entre ricos y pobres.  Y no es casual que al mismo tiempo se entregó a particulares, nacionales o extranjeros, una cantidad sin precedente de bienes públicos. 

“Luego de estar colocado en 1988 en el lugar 26 entre los países del mundo con más multimillonarios, en 1994 México escaló al cuarto sitio, sólo por debajo de estados Unidos, Japón y Alemania.

“Quinto. El presidente Ernesto Zedillo continuó las políticas privatizadoras de su antecesor y las llevó hasta sus últimas consecuencias. Privatizó bienes nacionales como los ferrocarriles. Pero además adjudicó al conjunto de los mexicanos deudas privadas por un monto de 552 mil millones de pesos en el marco del llamado rescate bancario de 1998. A la fecha, aunque el país ha pagado a los bancos 700 mil millones de pesos por bonos del Fobaproa, esa deuda pública asciende a cerca de 2 billones, y no terminará de saldarse sino hasta el año 2070.

“Sexto. Vicente Fox Quesada llegó a Los Pinos como resultado del anhelo social de alcanzar la democracia y la alternancia. Sin embargo, cuando se acercaba el final su gestión, intervino  indebida e ilegalmente en el proceso electoral, a fin de impedir el triunfo de la oposición.

“Tal intromisión no sólo fue reconocida en el fallo  con el que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación legalizó  el turbio proceso electoral de 2006, sino que el propio Fox, quien al año siguiente, en una entrevista con Telemundo, admitió: ‘era importante detener a López Obrador’. Y en 2010 se jactó de ‘haber cargado los dados del proceso electoral’. De esta forma traicionó a la democracia.

“Séptimo. Desde el inicio de su sexenio, Felipe Calderón Hinojosa embarcó al país en una estrategia militar supuestamente  orientada a combatir el narcotráfico, que exacerbó la violencia y multiplicó las zonas del territorio nacional bajo control de  las bandas delictivas, pese a las innumerables  y conocidas advertencias de que tal política habría de resultar contraproducente  y terriblemente costosa para México. Lo más grave, colaboradores suyos y periodistas independientes le señalaron los indicios de que su secretario de Seguridad pública, Genaro García Luna, era cómplice de una de las facciones  del narcotráfico. Pero el gobernante  no hizo absolutamente nada.

“A la luz de la detención y el enjuiciamiento de García Luna en Estados Unidos, la actitud de  Felipe Calderón sólo puede explicarse  como fruto de una extremada irresponsabilidad o de complicidad activa o pasiva con la delincuencia organizada.

“Octavo. La irrupción de grandes cantidades de dinero de procedencia desconocida en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, fue señalada  desde 2012, sin que ello tuviera consecuencias legales o llevara al Tribunal electoral anular la elección, como en ese tiempo la oposición formalmente lo exigimos. 

“Sin embargo, declaraciones recientes de Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, han permitido documentar que parte de ese dinero provino de sobornos anticipados de la empresa Odebrecht. Los señalamientos de Lozoya apuntan a la presunta complicidad de Peña Nieto en las cuantiosas  sumas de dinero que se entregaron a legisladores del PAN para obtener los votos y  la aprobación de la llamada reforma energética, así como en la compra fraudulenta de la planta de fertilizantes y agronitrogenados, operación que causó al erario  un quebranto superior  a 200 millones de dólares”.

 

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16/09/2020