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“Mi sueño es que se publiquen mis trabajos”: Rodríguez Sumuano

Por: Rosalino Ortiz

Tapachula, Chiapas; 07 de febrero de 2020.- Quien no ha tratado o no conoce a Carlos Rodríguez Sumuano, no sabe de lo difícil que ha sido su vida. Un sinfín de adversidades lo ha agobiado, pero todos los días despierta con el ánimo de seguir adelante en lo que a él le gusta: la literatura.

Nuestro entrevistado nació el 12 de febrero de 1948, en Tapachula, Chiapas. Es hijo de Abelardo Rodríguez Monterrosa y Consuelo Sumuano.

Cuenta que desde niño y aunque aún n o sabía leer, tuvo el gusto por la escritura. Incluso, a cambio de unas frutas que él conseguía donde podía, le pedía otro niño mayor que él, que le escribiera en una vieja máquina Remington sus trabajos literarios.

Dice Rodríguez Sumuano que desde entonces ha venido luchando. “Desgraciadamente mi vida ha sido de pobreza y más pobreza; de lucha como desempleado, y eso no me permite cumplir mi sueño de escribir más y ver publicados mis trabajos”.

“Sin pecar de quejumbroso,  una de las cosas más tormentosas de ser literato es ser pobre. En mi caso muy personal, siempre ando de desempleado, ganando dinero aquí y allá, queriendo escribir y publicar. Ya se puede imaginar estimado lector, ser poeta, ser literato y estar pobre”, comentó.

Entre sus adversidades, resulta que Carlos perdió el sentido del oído. “Eso es una pesada losa que se tiene que cargar y eso impide siempre publicar mis textos. Uno quiere quedar bien con el pueblo tapachulteco; tratar de publicar poemas y cuentos que les lleguen al alma a los lectores, pero me hace falta publicar más y más. Es algo, también, que no me permite trascender”.

Otra adversidad de Carlos es que, durante un asalto, el delincuente le disparó con un arma. Como resultado de esa lesión, perdió la movilidad del brazo derecho, el que ahora solo le sirve para cargar su portafolio.

El mundo de Rodríguez Sumuano es escribir. Dice que le gusta todo tipo de literatura: poesía, cuentos, novelas, cuentos infantiles. “Últimamente me ha dado por escribir ensayos, sobre todo los que nadie me paga”, dice con una sonrisa.

Sobre la forma en que se inspira, dice el citado escritor que algunos poemas o ensayos, principalmente cuentos, los sueña e inmediatamente se despierta alocado, se levanta y se pone a escribirlos.

Sobre su inclinación hacia la literatura, dijo Rodríguez Sumuano que a lo mejor lo trae de familia, porque dos medios hermanos de su señor padre: Filemón Gutiérrez y Guillermo M. Gutiérrez (ya fallecido), tenían ese gusto, principalmente éste, quien aparte de periodista se distinguió como poeta.

Carlos tiene ya varios libros publicados, financiados muchos de ellos con la caridad de sus amigos, pero acepta que esta mecánica a veces desespera porque no puede estar todo el tiempo así. Entre los títulos ya publicados están: Veneno en el paraíso (novela),  Claro de luna (poesía),  Rayos violetas (cuentos), Jaguar (novela), Siega en flor (cuentos), Capullos de miel (cuentos para niños),  Senda de nadie (novela),  En el reino animal (refranes), Céfiro de ensueños (poesía). Además, a la fecha tiene como 15 textos que están ya terminados, en espera de su publicación.

Pero como él dice, no tiene dinero para pagar la hechura de esos textos. Por eso comenta que, “francamente, mi futuro lo veo bastante incierto. Ando un poco desesperado por querer publicar, tengo varios libros en el ordenador (computadora), y me gustaría tener dinero para publicarlos”.

Por eso se lamenta en el sentido de que, al menos en Tapachula, no hay instituciones u organismos que se preocupen porque trascienda la literatura, y/o que impriman los trabajos de los escritores de la región.

Carlos Rodríguez Sumuano, en reconocimiento a su trayectoria, va a recibir este sábado 8 de febrero, un reconocimiento durante una reunión a celebrarse a partir de las 10 de la mañana en el parque Bicentenario, promovida por la Fraternidad Literaria “Bajo el palo de mango”.

07/02/2020