La agenda, es la agenda
Juan Carlos Gómez Aranda *
Ganar la presidencia de la República y hacerlo de manera contundente, obteniendo un triunfo singular que le concedió gran legitimidad, fue apenas el comienzo. Hace 23 días que la presidenta Claudia Sheinbaum empezó a escribir una nueva historia y no precisamente por ser la primera mujer en arribar al mando del Poder Ejecutivo de nuestro país, sino por la profundidad de las transformaciones que está planteando en los campos de la democracia, la economía y la política, con orientación de beneficio social.
Con la presidenta Sheinbaum, las mujeres han llegado sin titubeos el podio, el poder de decisión y sobre todo, la capacidad de ejecución de las políticas públicas. Tomaron la estafeta y el timón de México para dirigir todos los esfuerzos para terminar con las condiciones de desigualdad y falta de oportunidades entre los mexicanos y entre las regiones de la gran nación. El arribo de las mujeres al poder señala el inicio para emprender la cuesta de modificar o añadir la visión femenina a un mundo con predominio masculino.
El arranque de su administración se caracteriza por tener consensos y altas expectativas en las antípodas de sectores de las actividades económicas. La población más vulnerable ve con optimismo la ampliación de los programas sociales, mientras que inversionistas nacionales y extranjeros observan que el proyecto de nación presenta oportunidades de negocio, reconociendo que aún persisten áreas de incertidumbre. Pero existe coincidencia en que se cuenta con brújula, aplomo y propuestas.
Algunas de estas proposiciones cambiarán el destino de millones de mexicanos y de amplias zonas del país. El compromiso de gobernar bajo la máxima de que, si la prosperidad no es compartida, no habrá desarrollo, ni paz ni bienestar, es solo el botón de muestra de una mirada profunda a las desigualdades que hoy agobian a muchas familias. Ver a México como tierra de libertades, de respeto a los derechos humanos, fiscalización del servicio público y arraigar los valores democráticos, no es poca cosa.
Sus propuestas educativas y en materia de salud denotan su formación humanista, científica y académica, mientras que sus directrices a favor de la sustentabilidad, del medio ambiente y la economía asoman en su compromiso de impulsar la transición energética. Cuando afirma que las energías renovables y la eficiencia serán una característica de su gobierno, con plantas fotovoltaicas, eólicas, hídricas, geotérmicas y de hidrógeno verde, a fin de fortalecer la soberanía energética, está hablando de poner a México a tiempo con el reloj global.
En un mundo polarizado trabajar por la fraternidad y la conjugación de capacidades y esfuerzos, puede ser la diferencia para alcanzar mejores estados de progreso y bienestar para las mayorías.
Mientras tanto en Chiapas, Eduardo Ramírez, quien alcanzó la gubernatura con la votación más copiosa de la historia electoral de la entidad, se prepara para asumir el cargo el próximo 8 de diciembre, con la premisa que si bien en Chiapas todo urge, centrará sus esfuerzos en una primera etapa, en atender con sentido de apremio el flagelo de la inseguridad pública, detonar los proyectos de infraestructura que serán la palanca del desarrollo económico y focalizar acciones en los municipios más pobres de la geografía chiapaneca, donde todo hace falta.
Eduardo Ramírez ha levantado la vista y afina un proyecto de gran calado que será el principio de una Nueva ERA, así que, durante el período previo a su toma de protesta como mandatario, ha ocupado su tiempo en hacer gestiones para madurar sus proyectos y arrancar sin perder ni un minuto en materia de educación que es un derecho y único camino para la transformación cultural, base de cualquier otro cambio al que se aspire.
Como el movimiento se demuestra andando, ayer el Gobernador Eduardo Ramírez explicó ampliamente su iniciativa, convertida en compromiso, de emprender en Chiapas la campaña de alfabetización más profunda que se tenga memoria. Aseguró que no escatimará apoyarse en organismos internacionales, tecnología y de todos los chiapanecos de buena voluntad y compromiso para emprender esta cruzada de llevar letras y palabras a todos los que aún no saben leer. Pero, sobre todo, empeñó su voluntad inquebrantable de sacar a Chiapas de este rezago.
*El autor es Coordinador de los Diálogos por la Transformación de Chiapas.
Twitter: @JCGomezAranda
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