MONTALVO

PASTORA MARCELA Y EL FEMENISMO EN EL QUIJOTE

AL SUR CON MONTALVO

Guillermo Ochoa-Montalvo
 
Querida Ana Karen, Miguel de Cervantes Saavedra colocó en en año de 1605 el tema de la defensa de los derechos humanos de la mujer en su obra EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA. En el capítulo 12 de su magistral obra, Marcela habla, con una postura activa y resoluta, transgrediendo el discurso pastoril. Simplemente, quiere decidir sobre su propia vida.

La Biblia y el Quijote de la Mancha son los libros más conocidos en el mundo y a pesar de contar con más de 500 millones de ejemplares vendidos, es el libro menos leído; casi nada comprendido y mucho menos analizado a cabalidad.

De la Biblia como del Quijote, se habla de oídas; la gente menciona pasajes sin haberlos leído como los molinos de viento; se habla de Sancho Panza y de Rocinante; se idealiza a una Dulcinea que jamás habla en la obra de Cervantes, no obstante que aparece de principio a fin; pero todo el mundo presume de conocer la obra. Cuando pregunté a mis conocidos ¿quién es Marcela?, Nadie supo responder.

Marcela es una de las 52 mujeres que aparecen en el Quijote de la Mancha, entre otras: DULCINEA, Aldonza quien aparece en versiones opuestas: idealizadas, paródicas, esperpénticas e incluso realistas.
MARITORNES es la robusta moza de venta; ella es la primera mujer que tienta carnalmente a D. Quijote.  Compasiva, juguetona y bromista, amante de las novelas de caballerías es un personaje vivo que ha permanecido en la memoria colectiva y en la cultura popular.
ZORAIDA es la historia de la morisca que recrea el cautiverio en Argel de Cervantes; ella había sido criada por una cristiana, planea y organiza su propia fuga junto al cautivo.
LA DUQUESA de Cervantes es una rica aristócrata que se dedica a los dos pasatiempos de la nobleza en este tiempo: la caza y la lectura. Ingeniosa y  frívola, quiere divertirse  a costa de don Quijote, proporcionándole el marco perfecto para que este viva sus aventuras de caballero andante.  Especial relevancia tiene el cruce de cartas que mantiene con TERESA, la mujer de Sancho. La Duquesa ofrece una falsa imagen de cercanía y  la trata de igual a igual.
LA CONDESA TRIFALDI, de las tres faldas, forma parte de una burla de los duques. Parodiando a los libros de caballerías, que se caracterizaban por elementos fantásticos y maravillosos, se nos presenta a la dueña condenada a llevar una barba masculina por un encantamiento. Será Sancho el que posteriormente se quedará admirado al ver que el rostro de la Condesa es el mismo que el del mayordomo de los duques.

Entre todas las mujeres del Quijote resalta la figura de la Pastora MARCELA, a quien se le considera un símbolo de libertad y feminismo. Marcela es una joven rica y hermosa que se retira al campo para vivir con sus ovejas. 
Ella se niega a casarse rompiendo los estereotipos establecidos para las mujeres de su época. Marcela enfrenta las tradiciones y convenciones sociales prescritas para las mujeres de su época: el matrimonio o el convento. 

Durante el funeral de Grisóstomo, Marcela defiende su inocencia y pronuncia un discurso que destruye la lógica machista de la situación. 
Marcela exige que la dejen en paz y critica la obsesión de los hombres por las mujeres. Su discurso es considerado como la postura feminista adelantado a su época. 

Marcela aparece en el capítulo XII de la novela, cuando el Quijote y Sancho están a la mesa con unos cabreros.

Marcela fue criada por su tío, un sacerdote, después de que sus padres murieran cuando ella era pequeña, dejándole una gran herencia. Pronto la niña se convirtió en una mujer, haciendo florecer su belleza, a la cual los hombres no se podían resistir y caían rendidos ante su hermosura y riqueza. Y al ser ya una dama en edad para casarse, su tío le presenta pretendientes a quienes rechaza.

Marcela mostraba un nulo interés a contraer matrimonio, así que un día, de la nada, la bella Marcela aparece vestida de pastora y decide de ese momento en adelante dedicarse a sus animales.

Estando el Quijote y Sancho a la mesa con unos cabreros, llega un mozo que les informa a todos que Grisóstomo ha muerto de amores a manos de la bella Marcela.
Y un cabrero de nombre Pedro nos cuenta que Grisóstomo era un hidalgo rico que empezó a vestirse de pastor, porque se había enamorado de la pastora.

Con todo, ella nunca le correspondió. En el siguiente capítulo, el caballero y su escudero junto con otros más pastores se encuentran en el funeral de Grisóstomo, donde se enteran que el pastor había dejado escritos dedicados a la bella pastora, y deciden leer uno, un poema de título Canción desesperada para que quede como evidencia la crueldad de Marcela.

El poema describe a la pastora como una mujer desalmada, egoísta y sobre todo deshonesta, que no sólo orilló a la muerte a Grisóstomo sino, que también lo engañó e hirió hasta el final.

A pesar de que Marcela es consiente que no es bienvenida en el funeral y que puede ser repudiada por los presentes, ella hace acto de presencia, todo para defender su inocencia. “Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama… Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos; los árboles de las montañas son mi compañía, las claras aguas de estos arroyos mis espejos, con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura: fuego soy apartado y espada puesta lejos. A los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras; y si los deseos se sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a Grisóstomo ni a otro alguno del fin de ninguno de ellos, bien se puede decir que antes le mató su porfía que mi crueldad”.

Marcela argumenta y expresa sólidamente una verdad, la de que una mujer puede elegir y no debe tener la obligación de cumplir un rol de género o cumplirle a un individuo, y sobre todo que puede ser libre, una verdad que incluso hoy en día no es comprendida del todo ¿qué se podría esperar del siglo XVII? Y aunque no se expresa textualmente, es el mensaje que se sobre entiende.

Marcela no sólo es un símbolo de libertad, sino también de lo que hoy llamaríamos feminismo. “En estas fechas donde el feminismo está alcanzando altas cotas de protagonismo, ya en el siglo XVII, Miguel de Cervantes exaltó la libertad de las mujeres personificándolas en la narración de la Pastora Marcela”.

Ahora bien, en la época en la que se escribió la obra, el concepto de feminismo no exista, sin embargo, hoy lo conocemos como un movimiento político, social, académico, económico y cultural, que busca crear conciencia y condiciones para transformar las relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas, y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres.

Sin embargo, sus acciones demuestran que es una figura emblemática de su tiempo, al salirse de las casillas de los que se tiene dictado por la sociedad.

El discurso de Marcela fue, es y seguirá siendo una cuestión de amor.

https://alfaronoticias.com.mx/la-pastora-marcela-y-el-feminismo-en-el-quijote-al-sur

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