PORFIRIO LUGARDO LÓPEZ EXPRESIDENTE MUNICIUPAL SU DESEO QUE EL MUNDO SUPIERA DE LA PIEDRA DE HUIXTLA
David Torres Antonio.
Huixtla, Chiapas; 11 de octubre de 2008. Era un día viernes despejado, me comisionó a la Piedra Huixtla, la licenciada Margarita Moreno Soto, directora de Comunicación Social, en el H. Ayuntamiento Municipal de Huixtla; bajo la dirección de don Porfirio Lugardo López, presidente municipal. El autor de estas letras, con el cargo de subdirector, o sea el segundo de abordo de la licenciada Margarita.
En punto de las seis de la mañana, me presenté a la Presidencia Municipal, lugar donde se acordó para reunirnos los que teníamos que viajar. No era un viaje de paseo, ni día de campo, sino de trabajo por parte de la dirección de Turismo y Ecología a cargo de la Lic. María Lilia Concepción Armendáriz (Malico), quien se hizo acompañar de funcionarios de la comuna huixtleca, de Tapachula y Tuxtla, Gutiérrez.
El lugar donde nos íbamos a reunir, estaba a disposición una patrulla la número 013, manejada por el experto chofer Tito Moreno Mora. Tres de los funcionarios de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez; viajaron por su propia cuenta, en carro propio. No sin antes informarles que el camino estaba en malas condiciones; sin embargo, llegaron sin novedad al ejido Santa Rita Coronado, lugar donde se ubica la Piedra de Huixtla, según la segunda más grade del planeta Tierra.
El viaje se hizo en poco más de dos horas. Entramos por Chapingo, de allí en adelante el camino es de pura terracería en malas condiciones. En el trayecto pasamos por la finca “Santa Amalia”, ejidos: Morelos y Santa Rita Coronado. En este último poblado, quedó estacionada una de las camionetas; a sugerencia de los pobladores, por lo complicado del camino.
Enseguida enfilamos hasta barrio La Piedra en una patrulla de 4 por 4, nos recibió el joven Salvador Méndez Guillén. Viajaba entre nosotros el Ing. Marco Antonio Morales Jonapá, comisionado desde Tuxtla, Gutiérrez; quien con pluma y libreta en mano anotaba la información de los pobladores.
El juez rural del barrio La Piedra don Gustavo Pérez, un señor que rebaza los 60 años de edad, nos platicó muchas cosas interesantes. Llama la atención por las cosas que platican acerca de la Piedra: leyendas, pues también en diciembre llegan personas de diferentes partes del país y hasta de otras naciones en raras ocasiones.
Asimismo, llegan a la misteriosa piedra: chamanes o brujos, grupos religiosos, curanderos; pues también llegan personas en el mes de diciembre, con marimba como es el caso de una señora de Villa Comaltitlán que no se pierde ningún año. Entre otros un señor de uno de los estados del norte, que llega con velas, cirios y comida; por el hecho de haber sanado de una enfermedad de la garganta; cuenta don Gustavo que él es testigo como llegó de grave este señor, y a los dos meses se le escuchaba bien la voz, la enfermedad había desaparecido.
La conversación estaba interesante para quien esto escribe, pero todavía faltaba llegar al pie de La Piedra. Estábamos en el domicilio de don Gustavo, eran las nueve de la mañana. La contadora Malico al momento que llegamos nos dijo, que en la casa de don Gustavo nos iban a dar la comida.
La atención fue de maravillas, degustamos el tradicional caldo de gallina de rancho con tortillas de mano. Enseguida después de disfrutar los sagrados alimentos, enfilamos en una camioneta rumbo a La Piedra que la teníamos aproximadamente a dos kilómetros.
En total éramos once, por parte de la dirección de Turismo y Ecología yendo como jefa de estas dependencias la contadora María Lilia Concepción (Malico) y sus más cercanos colaboradores: Vania Briones de Aquino y José Ventura Nolasco. Por los de Tuxtla y Tapachula: Ing. Francisco Aggeler Meza, comisionado de la dirección de Desarrollo; Ing. Jordi Rosquilla Tovilla, delegado de turismo regional; Ing. Frailan Eduardo López Santos, comisionado de proyectos; Arq. Carlos Alberto Pereyra con cargo de Proyectista Constructores asociados; Ing. Marco Antonio Morales Jonapá, jefe del departamento de proyectos.
En punto de las 9:30 de la mañana, llegamos al pie de la majestuosa Piedra. A unos trescientos metros antes de llegar, tiene su domicilio don Noel Vázquez Pérez, comisariado del ejido Santa Rita Coronado. Los señores: Noel, Gustavo, Salvador y Nemesio Soto Méndez, sirvieron de guías para decirnos cómo y por dónde habría que caminar para darle una vuelta en redondo a La Piedra.
El Ing. Jordi Rosquilla Tovilla comisionado de tomar datos exactos de altura sobre el nivel del mar, a pregunta expresa me dijo que estábamos a 1043 (mil cuarenta y tres) metros. Aquí no estamos inventando nada, la medida que dio el Ing. Jordi, fue tomada de aparatos que únicamente él como ingeniero maneja. Eran recomendaciones del presidente municipal don Pilo Lugardo, pues en campaña prometió darle difusión a través de la radio, televisión, periódicos y otros medios, informar que Huixtla tiene la segunda Piedra más grande del mundo.
Los ejidatarios de este lugar quedaron agradecidos con don Pilo Lugardo y con la contadora Malico, por cumplir los compromisos de campaña.
El sueño de los habitantes de este ejido Santa Rita Coronado, hacer de La Piedra un centro turístico, gestiones que por años han insistido . En voz del comisariado ejidal don Noel Vázquez Pérez, escuchamos decir “don Pilo es el único que nos ha escuchado, le agradecemos” fueron sus palabras.
Con el propósito de ampliar un poco más sobre La Piedra, tengo a la mano un amplio reportaje del periodista Alfredo M. de nivel nacional, quien hizo una investigación hace muchos años.
Textos de su puño y letra dicen así: El municipio de Huixtla está localizado en el Soconusco. Limita al norte con Motozintla, al sur con Huehuetán y Mazatán, al suroeste con el Océano Pacífico, al este con Tuzantán, al oeste con Villa Comaltitlán y tiene una extensión de 382 kilómetros cuadrados.
Uno de los principales atractivos turísticos y naturales del lugar la Piedra de Huixtla, que está situada en la sierra. De unos 150 metros de altura y 300 metros de circunferencia aproximadamente, esta enorme roca es dueña de un sinfín de leyendas que los lugareños gustan de contar a quien se los solicita.