EDUARDO PINEDA ARENAS

Capítulo I: Sector Público y Privado – Una Alianza Urgente para el Futuro de Chiapas

Por: J. Eduardo Pineda Arenas

Históricamente, uno de los mayores obstáculos para el desarrollo económico en Chiapas ha sido la desconexión entre los sectores público y privado. El Estado, cuya misión fundamental es estimular, promover y fomentar el desarrollo económico, en ocasiones ha asumido una postura defensiva frente a empresarios y ciudadanos, viéndolos únicamente como solicitantes de apoyos sin propósito claro. Este “vicio” institucional ha generado una gestión ineficiente del recurso público y un distanciamiento con el sector productivo, limitando el crecimiento que Chiapas necesita desesperadamente.

Sin embargo, hoy estamos en una coyuntura única: el alineamiento de los gobiernos federal y estatal abre la puerta a una oportunidad irrepetible para que el sector público y privado trabajen juntos. Si logramos vencer las inercias del pasado y adoptamos una gestión inteligente y estratégica, Chiapas puede convertirse en un referente nacional e internacional.

La Visión Cortoplacista: El Enemigo del Progreso
Uno de los mayores problemas del ejercicio gubernamental ha sido la visión cortoplacista que acompaña a las administraciones públicas, motivada en gran parte por los ciclos electorales. En este contexto, los gobiernos prefieren apostar por programas asistencialistas que generen resultados visibles y rápidos, sin importar si tienen un impacto sostenible en el largo plazo. El enfoque en acciones inmediatas —como la distribución de apoyos directos— responde más a la lógica política de captar votos que a la necesidad de cimentar un crecimiento sólido.

Pero Chiapas no puede darse el lujo de seguir en esta dinámica. El desarrollo económico demanda tiempo, planificación y continuidad. Si queremos que los esfuerzos fructifiquen, es esencial que el sector público y privado trabajen juntos en proyectos de largo plazo que trasciendan los ciclos electorales y que, ante todo, generen beneficios duraderos para la población.

Construyendo Confianza Mutua entre Gobierno y Empresariado
Parte del distanciamiento entre el gobierno y los empresarios surge de una profunda desconfianza mutua. Desde la administración pública, se percibe con frecuencia al sector privado como un grupo oportunista que se acerca solo para solicitar subsidios y beneficios, sin aportar al desarrollo social. Al mismo tiempo, los empresarios perciben al gobierno como un aparato burocrático lento y poco eficiente, donde la corrupción y la discrecionalidad obstaculizan el acceso equitativo a los apoyos.

Es vital romper esta barrera de desconfianza. Los empresarios no son enemigos del desarrollo público; son socios indispensables. El gobierno no puede actuar como un guardián celoso del recurso público, sino como un facilitador del desarrollo económico. La clave está en crear espacios de diálogo continuo y mecanismos claros de colaboración, donde ambos sectores compartan riesgos, responsabilidades y beneficios.

Extracto para el próximo capítulo: En el siguiente capítulo profundizaremos en cómo superar los obstáculos que han frenado el progreso de Chiapas y sentar las bases para una alianza público-privada sólida y estratégica, con un enfoque en proyectos regionales, incentivos y un clima de confianza mutua.

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