¿Latinos o no?
Columna Sur
Héctor Narváez
¿Latinos o no?
Esa sería la pregunta que se plantearía ante el apoyo que obtuvo el ahora Presidente electo de los Estados Unidos.
Porque, se supone, que este sector rechaza la política anti-migratoria y hasta racista de Donald Trump.
¿Latinos o no? ¿Traicionaron a sus ideales y a sus raíces o tuvieron alguna razón de mucho peso?
Como correspondía
El magnate hizo historia, no solo al ganar por segunda ocasión la Casa Blanca en Washington, también porque obtuvo muchos votos de los ilegales, en donde están incluidos los mexicanos.
Conforme a los resultados del proceso electoral en “el país vecino del Norte”, el 54 por ciento de los hombres latinos prefirió a Trump, lo que representa 18 puntos más que en las elecciones pasadas.
A pesar del discurso en su campaña de que endurecerá la política migratoria cuando de nuevo este sentado en la silla presidencial, incluido que obligará a México –otra vez– a construir el muro fronterizo, además de sancionar con aranceles las exportaciones y renegociar el Tratado de Libre Comercio, si nuestro país no hace algo por detener las caravanas de Centroamérica.
Con todo y eso, “nuestros paisanos” y de otras nacionales, le dieron el apoyo electoral que tanto necesitaba el candidato republicano y que se supone iba a ser para la abanderada de los demócratas, Kamala Harris, quien ahora se tragó la derrota, junto al aún mandatario Joe Biden, quien no hizo bien las cosas en su administración, incluido haberles dado un mejor trato a los latinos y quienes al parecer se la cobraron en las urnas.
Quizá una de las razones por la que tomaron esa decisión: son residentes en Estados Unidos, por lo cual, trabajan en los Estados Unidos, conviven en los Estados Unidos y piensan como en los Estados Unidos. Por lo tanto, el sufragio fue como tal y conforme a lo que más convenía a esta nación que, a pesar de ser del primer mundo, también tiene sus problemas que se han descuidado desde la pandemia y que necesitan ser resueltos por una persona que esté a la altura de las circunstancias. Entonces, actuaron como correspondía.
Algo vieron bien
Pero, más allá de que la comunidad inmigrante apoyó o no a Trump, hay otras cosas más relevantes que arrojaron este proceso electoral americano.
Donald ganó por 295 votos electorales y con un apoyo popular de casi 73 millones de personas. Sin embargo, Kamala será su vicepresidenta y cuenta con el respaldo de más de 68 millones de ciudadanos.
Mientras, los republicanos obtuvieron 53 escaños en el Senado y los demócratas se quedaron con 45. En la Cámara de Representantes –equivalente a la de Diputados Federales en México–, el partido de Trump alcanzó 210 lugares y del lado de Kamala son 198, lo que refleja una mayoría relativa y muy frágil para los siguientes 4 años de Gobierno en EU.
Así tenemos que en ese país existe una clara y muy marcada división y polarización, que ante los retos del mundo –insisto– requiere de un líder que sepa resolver y atender los problemas y las demandas y que podría ser el nuevo Presidente, quien hasta el momento refleja madurez y experiencia política, lo cual deberá de demostrar en su mandato. Mientras, se ha ganado el respeto de los migrantes residentes y quienes por algo vieron bien a Donald
¿Latinos o no? Hay que entender que así son los procesos electorales en los Estados Unidos, un país de libertades, pero que también exige patriotismo y lealtad a la nación de las oportunidades, en donde muchos han salido adelante, incluido ilegales que han hecho su vida y han aportado a este territorio con sus capacidades. Además: el magnate siempre ha estado en contra de aquellos que llegan a este lugar y no aportan nada, por el contrario, se dedican a delinquir, lo cual también es un problema en otras partes del mundo como en México.
Moraleja: Donde fueres… ¡Haz lo que vieres!
Al margen: ¡Una más!
La Procuraduría de Justicia en Chiapas está dando muchos problemas. Una policía denunció a través de un video el abuso sexual que sufrió de parte de un comandante de esta dependencia.
Y lo único que hizo Olaf Gómez Hernández, fue separarlo del cargo, en lugar de abrirle un proceso y sancionarlo. Una más. ¡Y de mal en peor!
Por último: ¡Se desentendió!
Le llueven los reclamos al alcalde de Villa Comaltitlán, en la Costa de Chiapas. Un trabajador de servicios públicos que se cayó de un poste del que arreglara la luminaria, solo lo mandó a dejar al Hospital General de Huixtla.
Y a pesar de que la familia pide apoyo para sacarle una tomografía, Gerardo Pérez Gómez les dio 500 pesos. Se desentendió. ¡Que vergüenza!
¡Nos leemos el lunes!
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